De acuerdo con la Orden del Día del 17 de noviembre de 1906 y según disposición del entonces Jefe de Policía, Cnel. Ramón Falcón, se crea la Compañía de Cadetes. El texto original indica: “Entre el personal de agentes de la Policía de la Capital, creáse una clase «cadetes» o «distinguidos»”. Entre los considerandos, aparecen razones eminentemente de servicio y ninguno hace lugar a la mención de antecedentes legales o aval gubernamental alguno.
El cuarto considerando especifica el ingreso de personas “con méritos sociales, morales e intelectuales”, así como agentes antiguos que vengan cumpliendo un servicio destacable. Evidentemente, la idea original no era crear un cuadro jerárquico diferenciado, sino formar un personal “distinguido” dentro de la policía que ascienda más rápido desde los puestos subalternos (con la idea que, en el transcurso del tiempo ocupen los altos puestos jerárquicos).
Esto demostraría que, en su origen, no estaba concebido como un cuadro jerárquico diferenciado respecto del resto del personal subalterno. Pero dado los destacados resultados de las evaluaciones de fin de curso dispuestas, se los fue ascendiendo al grado de Escribiente (equivalente en aquel tiempo al actual de Ayudante) a medida que se producían las vacantes. Tampoco prosperó uno de los puntos de la disposición del 17 de noviembre de 1906, según el cual se incorporarían a los tercios de comisarías. Para la Primera Compañía se otorgaron 200 plazas. Tres décadas después, muchos de aquellos egresados habían alcanzado grados superiores en la Repartición.
La creación de la Compañía de Cadetes (armados con fusil Máuser y uniformados), fue una cuestión controversial en aquel tiempo. Gran parte de la prensa y la dirigencia política acusaba al Jefe Falcón de querer “militarizar” la Policía. Incluso en el Ejército se habrían manifestado reticencias al respecto. No obstante, la cesión de parte del Ministerio de Guerra de dependencias de su antigua Escuela de Tiro en el barrio de Palermo, donde se impartían clases de tiro de lunes a sábado de 7 a 19 hs. y domingos y feriados de 7 a 11 hs., ponen de manifiesto un implícito pero claro apoyo gubernamental. También se utilizaron dependencias del Departamento Central y aulas de una escuela ubicada en Chile 1668 para las clases teóricas. Su primer Director fue el Subcomisario Gregorio Rivas y la Compañía fue originalmente dividida en tres secciones a cargo de Oficiales: Galli, Denovi y Guillamodengui.
El curso iniciado en enero de 1907 contemplaba en su plan de estudios las siguientes materias: nociones de Código Penal, reglamentos de policía, procedimientos y contravenciones. En cuanto al entrenamiento físico, se incluyó gimnasia sueca, boxeo, jiu-jitsu y práctica de tiro con fusil. Tras 5 meses de instrucción, y examen de egreso mediante, se comenzó a destinar a los egresados a diferentes dependencias. Como se dijo, a muchos de ellos que demostraron mejores aptitudes, se los ascendió directamente al grado de Escribiente (símil actual Ayudante), destinados a Comisarías y Departamento Central, siendo utilizados en servicios de guardia, oficina y recorridos.
El 1 de marzo de 1909 se volvieron abrir los cursos de la así llamada a partir de ese momento Escuela de Cadetes (Segunda Compañía), que funcionó en Rosario y José María Moreno. Esta vez bajo la dirección del Comisario Félix Correa que había sucedido a Rivas. Gran parte de esa compañía estuvo compuesta por Meritorios que provenían de las distintas comisarías. En septiembre de aquel año, luego de los exámenes correspondientes, los egresados fueron ascendidos en su mayoría directamente al grado de Escribientes.
En 1910 cambia su denominación a Escuela de Cadetes y Agentes, incluyendo la formación también de los aspirantes a agentes en un curso separado del de cadetes. Bajo la Jefatura del Gral. Luis J. Dellepiane (1911-1913) y ocupando la Dirección de la Escuela el subcomisario Jorge Fernández, se pone en práctica el régimen de internados, fijándose el número de alumnos en 20 (al poco tiempo se aumenta a 50) pero extendiéndose a dos años de duración, agregándose a los estudios materias como Caligrafía, Castellano, Instrucción Cívica, Aritmética, Historia, Geografía, Francés y Primeros Auxilios.
En 1913, bajo la Jefatura de Eloy Udabe, cambia su denominación a “Escuela de Policía” y desde el 9 de marzo de 1928, Escuela de Cadetes “Cnel. Ramón L. Falcón”.
LA NUEVA CASA
El 23 de octubre de 1947 fue colocada la piedra fundamental para la construcción del actual edificio de la Escuela en el predio de Battle y Ordóñez (ex Strangford) y Escalada donde fue inaugurada el 7 de abril de 1961.
El predio, de generosa amplitud, se componía entonces de los pabellones Dirección, Aulas y Dormitorios. Así como también de lugares especiales para actividades, capacitación y entrenamiento.
En los años 70 la PFA adquirió para uso de la Escuela el amplio predio lindante hacia la Autopista Ricchieri (donde funcionaba una quinta conocida como la del “Portugués”), el cual se destinó para las actividades de rol profesional.
En 1993 se inauguró el Complejo Polideportivo que posteriormente fue denominado “Papa Francisco”.
Sus instalaciones actuales son motivo de orgullo para la Institución.
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